Wednesday, November 10, 2010

Hola, ¿quieres saber quién soy?

Soy un amargado.

Si, un jodido amargado.

Me amargo la vida y destilo veneno hacia el mundo porque no acepto que otros no sean como yo.

Siento envidia de las vidas de otra gente que tienen más cosas que yo y me reconforto pensando que todos mienten cuando sonríen.

Si, es cierto, de hecho en mi mundillo me siento superior al resto de la humanidad, aunque no sea cierto, no me importa.

Soy un pobre loco que disfruta revolcándose en su propia basura esperando que los demás se acerquen a mi con sus problemas y así sentir que yo los domino.

Soy un hipócrita de mi propia vida.

Yo miento más de lo que sé para que me crean.

Yo soy un simple desgraciado que nunca podrá ser feliz.

Hay gente que dice "Oh, es un bonito día", y es cierto, es de mañana y hay un sol radiante y hermoso, para mí un día como ese será una porquería por que me voy a cagar de calor.

Mi sistema nervioso central está apestado de gusanos death-metaleros que no permiten la producción de endorfinas y menos aun de las serotoninas, por lo que tengo la misma cara de Shaga todo el jodido dia.

Soy aquel que piensa que como no tengo suerte ahora jamás la tendrá, porque no existe.

No soy positivo, y mi expectativa del futuro es la destrucción mutua asegurada.

Nunca me inviten a un happy hour, porque no tomo, no fumo, no me integro, no me interesa la mina rica que pasa al lado de ustedes, no me interesa el fútbol, no me interesa el auto nuevo que salió, no me interesa saber sobre estupideces efímeras que salgan en la tele.

NO NO NO NO…

La vida es una sola, bella y maravillosa, y hay que disfrutarla... si, claro, ¿sabes qué?, no puedo, mi vida ideal sería montado en un tanque m1 o un leopard y todos ustedes convertidos en zombies, listos para ser acribillados. No es por ser mala onda, pero sería más divertido :D

Y quiero dominar el mundo.

Monday, September 27, 2010

Por la fucking shit...

Me voy a desahogar, porque estoy chato y porque este blog es como un cubo hueco cerrado, en el que poquísimos oyen los ruidos (Y otros no quieren oír o se hacen los desentendidos)

Tengo un montón de ideas, las digo y la gente dice "oh, que wena, me gusta" ...luego digo que no poseo todos los recursos, así que necesito algo de ayuda y la gente dice "ojalá te resulte" o "ok, yo te ayudo" si dicen esto último, les paso TODO lo necesario y dicen "ya, te lo mando pronto"

Y nunca pasa nada. WTF

Después los vuelvo a ver y es como si les hubieran lavado el cerebro porque no se acuerdan de lo anterior hasta que se los menciono.

No sé si la gente con la que me relaciono son todos así (O sea que estoy relacionándome con gente equivocada) o simplemente están contados con los dedos los que se atreven.

Porque además todos están ocupados, pero si es fiesta van, es como que además de no atreverse les gusta más disfrutar lo que hacen los demás que ayudarles a hacerlo.

Bueno dí en el clavo (estoy escribiendo lo que voy pensando, así a la rápida, por eso esto sale medio raro o muy genérico "todos son así" "todos son así") es que están contados con los dedos de una mano los que han estado conmigo y me han ayudado, pero para otras ideas (las más elaboradas, la gran mayoría) lamentablemente necesito otras personas, personas que se ATREVAN TAMBIEN, que no sean pajeras por la fucking shit. Mientras más grande es la cosa, más altas son las probabilidades de que se frustre, no debería ser así.

Otra cosa que veo MUY a menudo es que voy a grupos que elaboran cosas buenas justo cuando estos están en el clímax y el posterior descenso (Demasiados ejemplos) no lo entiendo, ¿Será el destino? ...ah, eso me recuerda un último punto.

Todo lo que imagino nunca (esto si es genérico) NUNCA pasa, y la mayoría de las veces pasa una wea que me termina perjudicando (o si no es una wea como neutra que igual me deja como diciendo "pucha") Imagino un montón de situaciones y siempre pasa otra que no pensé, como la escena de ese libro "El Túnel" de Ernesto Sábato. En un arranque de locura/sapiencia, desde que empecé a sentir esto comencé a imaginarme todas las situaciones malas que podrían suceder, no las buenas, esto increiblemente a aumentado las posibilidades de que pasen buenas cosas en un 20% aunque no creo que aumente más porque mi cerebro igual constantemente sueña cosas geniales y siempre hay un choque de pensamientos, tratando de bloquear estos y dejando pasar los otros. Otra cosa que me sirve es pensar en presente continuo, como lo que hago acá, ahora, sólo actúo en el ahora, no pienso nada más, dejo que fluya hasta que yo lo corte.

Tal vez si alguien lea este mensaje piense ...no sé, puede que piense que a él no le sucede, y no se sienta identificado con lo que estoy escribiendo, incluso puede que haya leído el secreto y piense que mi método es equivocado, ante lo primero puedo decirle que me siento envidiado y ante lo segundo le digo que la ley de atracción no es la solución a todos nuestros problemas... incluso puede que la leyes del universo (La de compensación sobre todo) están conspirando conmigo por la manera en que observo las cosas, en que mi ojo reacciona, dijeron "a este wn lo vamos a cagar" o "Estás destinado a sufrir hasta el 2014 cuando te convirtamos en Neo, salves el mundo, seas feliz por 2 horas y un tipo te corte la cabeza por detrás y lo coronen rey de la tierra"

En conclusión, si hago las cosas solo, es por eso, si hablo poco, también, así que cuática la wea.

PD: En blogs vecinos tengo a alguien que tiene ese síndrome de dar a conocer al mundo web lo feliz que es con su amorcito (Generalmente ese amorcito tiene menos presencia mediática que aquel que postea y postea ¿Tendrá que ver eso con el grado de cariño profesado? Ni idea, del amor yo soy el raspado del queque de manzana) Tengo a alguien que es feliz hasta porque llueve (Nada que decir) y tengo a alguien que le dió con el marrichiweu (No me gusta hacer comentarios de los vecinos mapuches, no es que esté en contra de sus peleas o su historia en general sino que no me siento identificado con ellos, no son mis hermanos, es todo)

Viste? mi mundo no es el mismo.

LAST POST?

Thursday, August 12, 2010

El cliente y la razón

Es curioso ver como en cuestión de segundos un trabajo hecho a mediano o largo plazo se convierte en un mamarracho, pese a las advertencias, sugerencias, indirectas, directas, amenazas y súplicas… a causa de un individuo… el CLIENTE.

“El cliente siempre tiene la razón” (claro, es el que paga), pero me parece poco profesional no advertirle de las consecuencias de su, a veces, “no tan brillante” elección.

¿Cómo un cliente sabe qué es lo mejor? (Usualmente el cliente no sabe lo que quiere, y menos sabe como hacerlo, no en vano nos está pagando para que lo hagamos por él), entonces, he ahí donde nuestro ingenio y astucia debe ser usada para hacerle notar su error (O sus errores, o las consecuencias que estos pueden producir); pero, como lidiar con algunos clientes que desbaratan una buena idea para convertirla en “un trabajito” (muchas veces con resultados mediocres). Muchas veces supone una reestructuración total de un trabajo poco antes de la entrega, o peticiones absurdas, o cosas que no se encontraban en el contrato inicial. Bueno pero, ¿Cómo responder a un “saca eso, no me gusta”, y por más que argumentes terminan diciendo “bueno, entonces lo sacas y…”?

Los clientes del futuro han de tener una visión de largo plazo y, para ello, han de ganarse el prestigio y el respeto de los clientes y el mercado. Y esto no se consigue haciendo que nosotros terminemos diciendo “sí” a todos los planteamientos que nos hagan, sino haciendo valer nuestros propios puntos de vista, intentando convencerles y, cuando sea necesario, renunciando incluso a realizar una venta.

Wednesday, June 30, 2010

Amores de tren

El penetrante sonido del despertador hace su efecto, y Julio entreabre sus ojos para darse cuenta de que ya son las ocho de la mañana. Realizando un esfuerzo sobrehumano, estira el brazo y apaga el escandaloso aparato. Aún entre sueños, se levanta de la cama y se dirige al baño para su helado duchazo vespertino. Esto lo ayuda a disminuir las garrafales ganas de volver a acostarse y, sobre todo, a bajar considerablemente su libido. Es que, estimado lector, desde hace poco más de siete meses que Julio no tiene relaciones sexuales ...para que se den una idea, su vida tiene menos acción que una película con Tom Hanks y Meg Ryan. Una vez que la ducha cumple con el efecto deseado, se seca, se viste y se dirige hacia su trabajo.

Julio camina las cinco cuadras que separan su casa de la estación y se sienta aguardando la llegada del tren. Luego de unos minutos, el tren arriba al andén. En un golpe de suerte, nuestro protagonista, se encuentra frente a una de las puertas cuando éstas se abren, pero antes de ingresar al vagón, deja pasar a todas las mujeres que se encuentran detrás de él. Lo hace porque es un caballero y porque, desde atrás, tiene una mejor perspectiva para observar si alguna es poseedora de un buen trasero. La última en entrar es una amable anciana, de aproximadamente unos setenta años, que le agradece el buen gesto con una sonrisa y un escueto “Gracias, jovencito”. Haciendo gala de su buena educación, Julio le devuelve la mueca y mientras la octogenaria pasa, le echa un vistazo a la retaguardia mientras se relame imaginando cómo habría sido unas décadas atrás. Julio es el último en entrar. Las puertas automáticas se cierran detrás de él y el tren arranca. Al observar que todos los asientos se encuentran ocupados, Julio se queda de pie, al igual que algunas personas más. Para su sorpresa, la dulce anciana se encuentra parada a su lado. Sus miradas se cruzan nuevamente. La mujer le sonríe y, por educación, Julio gira hacia ella y realiza el mismo gesto.

Con su típico vaivén, el tren sigue su curso hasta detenerse en una primera estación. Varias personas bajan y otras tantas suben. Rápidamente, el vehículo se pone en marcha. El suave movimiento del tren es interrumpido por un sorpresivo sacudón que zarandea a la anciana como si se tratase de una coctelera en manos de un barman con Parkinson. Uno de esos bruscos movimientos desplaza a la abuelita hacia atrás y, sin intención alguna, Julio la apoya soberanamente. La primera reacción del joven ante lo sucedido fue sonrojarse. La segunda fue… sí, eso… bueno, sepan entenderlo, hace más de siete meses que nada de nada. El tren no demoró más de unos pocos segundos en tranquilizar su marcha. En ese preciso momento, Norberto miró a la anciana para pedirle disculpas pero ella giró su cabeza, le sonrió de manera pícara y empujó sus caderas hacia donde se encontraba el cuerpo del joven. Un millón de cosas pasaron por su cabeza en ese instante. Él sabía que se trataba de una anciana y que lo que estaba haciendo era una atrocidad. Pero también estaba al tanto de que todos esos meses sin acción lo habían transformado en una especie de loto acumulado, o sea que, con Julio, si lo pides, lo tienes. En resumen, lo de ellos dos fue un amor pasajero, un amor de tren, como tantos otros en donde una de las dos personas involucradas desciende primero y no vuelven a verse jamás. Pero eso sí, durante seis estaciones, Julio le pegó una tanda que la anciana no se va a olvidar nunca jamás.

Monday, June 07, 2010

¡Ya duérmete!

Cualquier padre responsable es capaz de afirmar que no es una tarea sencilla lograr que los niños se duerman temprano, sobre todo si durante la cena bebieron unos cuantos vasos de gaseosa y no queda ni un valium en el botiquín de la casa. Pero no es necesario salir desesperado en busca de alguna farmacia de guardia. Todo puede solucionarse con un buen cuento a la hora de acostarlos y si esto falla, arroparlos tan fuerte que a duras penas puedan respirar.