Sunday, May 23, 2010

Creed Manifesto: Parte 3 Final (Decálogo)

A continuación pondré un decálogo de todo cuanto creo y todo cuanto pienso que las cosas deberían ser. Pienso que esto es algo así como mi línea editorial personal y mi credo por consecuencia, es obvio que muchos puntos de este decálogo corresponden a una utopía, por eso repito que esto sólo es el modo ideal en el que para mí deberían ser las cosas:

1. Creo en la dignidad y autonomía del individuo como valor central. Así también la libertad de elección, pensamiento, conciencia, e investigación, y creo en el derecho de los individuos a seguir sus propios estilos de vida hasta donde sean capaces y hasta tanto que ello no dañe o perjudique a otros. Yo aprecio la diversidad.

2. No obstante, no considero valioso cualquier clase de conducta por el mero hecho de ser humana. Ni el que yo tolere los distintos estilos de vida implica necesariamente que yo las apruebe. Me gusta una sociedad diversa pero que también mantenga una educación conforme al cultivo del conocimiento y del bien común. Por otro lado la libertad debe ser ejercitada con responsabilidad. Por ello debe reconocerse en las comunidades que acciones son destructivas para la sociedad y cuáles están equivocadas.

3. Creo en un modo de vida en el que las cosas no se muevan ni por deficiencias ni excesos. También la gente debe abrirse al debate, a construir y a desarrollar sus talentos. El deber de la sociedad es sacar a flote lo mejor de la gente, de manera que todo el mundo pueda tener lo mejor en la vida.

4. Creo en que nuestras vidas nos hacen tener responsabilidades y deudas con los otros. También en una sociedad no debemos tratar a los demás seres humanos como meros objetos para nuestra propia satisfacción; debemos considerarlos como personas dignas de igual consideración que nosotros mismos. La sociedad debería entender que «no debes tratar a los demás como no quieras que te traten a ti».

5. Creo que las virtudes de la empatía (o buena disposición) y la corrección (o el trato cuidadoso) son esenciales para la conducta ética. Esto implica que deberíamos desarrollar un interés altruista hacia las necesidades e intereses de los demás (Nunca en exceso, repito). Debe haber respeto y también debemos decir la verdad, cumplir las promesas, ser honestos, sinceros, hacer el bien, dar muestras de fidelidad, aprecio y gratitud; ser bien pensados, justos y tolerantes; debemos negociar las diferencias razonablemente e intentar ser cooperativos; no debemos herir o injuriar, ni tampoco hacer daño o atemorizar a otras personas.

6. Creo en la necesidad de proporcionar educación moral a los niños y a los jóvenes, al objeto de desarrollar el carácter y fomentar el aprecio por las decencias morales universales, así como para garantizar el progreso moral y la capacidad de razonamiento moral.

7. Creo en el uso de la razón para fundamentar nuestros juicios éticos. El punto decisivo es que el conocimiento es esencial para formular elecciones éticas. En particular, necesitamos comprometernos en un proceso de deliberación, si estamos por la tarea de solucionar los dilemas morales. Los principios y valores humanos pueden justificarse mejor a la luz de la investigación reflexiva. Cuando existan diferencias, es preciso negociarlas siempre que podamos mediante un diálogo racional.

8. Creo en la modificación de los estatutos a la luz de las realidades que vayan produciéndose y de las expectativas futuras. Necesitamos ciertamente apropiarnos de la sabiduría del pasado, pero también desarrollar nuevas soluciones para los dilemas actuales (Esto ya lo expliqué en la Parte 2).

9. Creo que el fin no justifica los medios; por el contrario, nuestros fines están modelados por nuestros medios, y hay límites acerca de lo que nos está permitido hacer. Por eso estoy en contra de cualquier tiranía dictatorial y cualquier ideología política en la cual se manipulen los medios con fervor negativo para realizar fines visionarios que sólo terminan beneficiando a pocos.

10. Creo en que las leyes físicas del universo no están subordinadas a entidades inmateriales o sobrenaturales como demonios, dioses u otros seres fuera del dominio del universo natural. Por otro lado los eventos sobrenaturales como los milagros y los fenómenos psíquicos, como la percepción extrasensorial, la telekinesia, etc. no son descartados automáticamente. Todo es sometido a prueba. Todo debe tener oportunidad de ser medido. Nada es al azar.

(FIN)

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