¿Acaso mereces ser amad@?

¿Acaso mereces ser amado/a? ¿Te lo mereces en serio? Esta es una pregunta cuya respuesta, lamentablemente, no es obvia. No todos podrán contestarla afirmativamente. La mayoría de las personas que sienten que no pueden o no logran ser amados viven en esa situación porque lo que en realidad creen es que no merecen ser amados. No importa cuántos buenos intentos realicen, No importa cuántas ganas tengan. No logran ser amados porque están atrapados en sus errores y en esforzarse en no ser ellos mismos para agradar.

Y no se trata de casos aislados. Todo lo contrario. En la sociedad en que vivimos, nadie ha sido educado para ser amado. Piensa con qué mensajes fuiste educado. Observa cómo aún hoy se educa a los niños inculcándoles que tienen que ser alguien en la vida. Ese ser alguien se relaciona con un título, con una profesión, con una posición social y económica. No se relaciona con la necesidad de ser amado. Se relaciona con tener y no con ser. Con hacer y no con realizarse. Nunca nos dicen “tienes que entender quién eres, tienes que descubrir para qué estás aquí, tienes que SER”.

Somos seres humanos, con destinos distintos y misteriosos. La gente común le ve el lado malo cuando le dicen esto y se les baja la autoestima. Esto, sumado a el resto de inseguridades del mundo, les hace tener fobias y miedos, y la gente más insegura deambula patéticamente como una hoja sacudida por el viento; y creen que si hoy nos quieren la vida tiene sentido y si mañana dejan de querernos, no vale la pena vivir. Y así, te vuelves un eterno discapacitado emocional.

Vives dependiendo del estimulo externo; necesitas que te quieran, que te acepten, que piensen bien de tí para que tu propia vida pueda seguir adelante. Nadie puede ser amado de ese modo. Sólo cuando logras entender definitivamente quién eres, puedes avanzar como persona REAL.