Friday, April 23, 2010

La confianza y los caníbales

He oído cientos de veces la frase "El tiempo pone a la gente en su lugar" o "El tiempo hace justicia".

Solía creerlo. Y tenía también cierta tendencia a confiar en la gente hasta que ésta demostrara que no era digna de esa confianza. Y creía en más cosas: En el derecho a las segundas -y hasta terceras y cuartas- oportunidades, en la capacidad de la gente para aprender de sus errores, en una especie de buena voluntad en los demás que se acaba sólo cuando se está demasiado enfermo, o se han recibido demasiados palos.

En mi experiencia, con ciertas personas que uno conoce en la vida todo eso se desmorona, lo que convierte al mundo en un lugar bastante inhóspito. Hoy estoy bastante seguro de que...

1. Hay gente MALA. Sencillamente MALA. Que a lo mejor tienen su historia detrás, y seguramente no estén bien, y, oh, cuántas cosas...pero hacer daño a otros es su primera prioridad sobre otras cosas, y eso los convierte en personas naturalmente peligrosas.

2. Los buenos no ganan siempre. De hecho, ganan pocas veces, por el simple hecho de que es más fácil ganar entre engaños, trampas, zancadillas y otras variaciones.

3. Hay demasiada gente que entiende la vida como competición, como "yo gano, tú pierdes". Y es que además, sólo ganan si otro pierde, porque en eso reside gran parte de lo que ellos conciben como victoria.

4. El tiempo no hace justicia. Será que la señorita vendada no siempre tiene tiempo de poner a los demás en su lugar. NO.

Ok, entre toda esta maldad encontraremos a alguna persona más que valiosa, y la gente seguirá viva mientras hable de ellos, mientras les recordemos. Y de la misma manera, hay gente mala, podrida...a la que el tiempo trata suave y con sol.

Vivimos en un mundo de caníbales. Demasiada gente hambrienta, demasiada gente que se alimenta de otros, que va dando mordiscos aquí y allá porque no saben nutrirse y crecer de otra manera. Y vivimos en un mundo en el que eso es la norma, se acepta como si tal cosa, hasta acaba premiándose llegado el momento.

El mundo está lleno de caníbales a los que les gotea la sangre de la comisura de los labios, el último mordisco aún fresco...y llevan colgados del cuello sus victorias, sus trofeos, contados por decenas. Y entre las sombras, hay gente intentando curar las heridas, los mordiscos sangrantes, sin entender por qué son ellos los que se ven privados de luz, y asumiendo que el tiempo no pone a la gente en su lugar, y uno no recoge lo que ha ido sembrando.

0 comments: